El fin de la pandemia de gripe A. Del errar al olvidar, una política imprudente que no puede quedar impune

15 ago

La Organización Mundial de la Salud ha declarado el fin de la pandemia de gripe A en agosto de 2010. Una pandemia sin gravedad en la que se han dilapidado cientos de millones de euros, evidente y doloroso con los millones quemados al destruir las vacunas no empleadas contra el virus de la gripe A. Desde julio de 2009 se sabía con datos del hemisferio sur que la pandemia tenía una levedad diez veces menor que la gripe estacional habitual. Por ello se pudo generar un fuerte movimiento profesional de oposición a los planes de alarma y despilfarro de la Organización Mundial de la Salud y del Ministerio y las Consejerías de Sanidad de España. Estas autoridades imprudentes mantienen una política de “haría lo mismo” y “no ha habido forma de hacerlo mejor”, lo que sugiere que sus errores no fueron sin intención, como se analiza en este texto.